miércoles, 6 de noviembre de 2013

Agua, Sal y... ¡Flotá!

 Durante la clase en el laboratorio, trabajamos con la densidad de una solución.
En un frasco, colocamos un huevo con mucho cuidado. Luego, le agregamos algo de agua, y poco a poco llenamos el frasco hasta la mitad. El huevo seguía hundido. Luego, agregamos bastante cantidad de sal para que el huevo flote, y revolvimos la solución.
El huevo comenzó a flotar. Después, la profesora nos dio una consigna nueva, esta consistía en hundir el huevo nuevamente. La solución fue agregar más agua para que haya más solvente que soluto, es decir, que haya más agua que sal. Y finalmente... ¡Logramos hundir el huevo!
             
            

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